El equipo colombiano que más títulos ha conquistado desde que se instauró el fútbol profesional en Colombia allá por 1948 es el Atlético Nacional, que cuenta en sus vitrinas con 29 trofeos en total siendo sin lugar a dudas el dominador absoluto del fútbol de aquel país. Su inmediato perseguidor es Millonarios que posee 20 títulos.
El equipo de Medellín fue fundado en 1947 y desde entonces siempre ha participado en la máxima categoría del fútbol colombiano, es conocido como el “Rey de Copas” gracias a esos 29 títulos nacionales e internacionales.
En su extenso palmarés cuenta con 16 Ligas, 2 Copas Libertadores, 2 Copas Merconorte, 2 Interamericanas, 4 Copas Colombia, 2 Superligas y una Recopa Sudamericana. El club se coronó campeón por primera vez en su historia en 1954, con jugadores como Humberto Álvarez o Carlos Gambina, máximo goleador de aquel torneo con 21 goles. A lo largo de la dilatada historia del equipo, diferentes directivas han decidido en un principio fichar solo jugadores colombianos, de ahí que se cambiase el nombre del equipo a Club Atlético Nacional en 1950, aunque esa política no siempre se ha mantenido como ha pasado con clubes como el Atlas mexicano, la competitividad marca los calendarios y esto ha hecho que esas políticas pasen a un segundo plano.
No solo para Colombia, sino también para los jugadores de Ecuador todos los datos y estadísticas son importantes para que los pronósticos sean lo más efectivos posible.
Sin duda uno de los logros más importantes del equipo de Antioquia fue la conquista de la Copa Libertadores de 1989, convirtiéndose en el primer equipo colombiano de la historia en alzarse con la máxima competición de Sudamérica venciendo en la final al Olimpia de Asunción. El partido de ida celebrado en Paraguay acabó 2-0 para los locales. La vuelta se tuvo que disputar en Bogotá ya que el estadio de Nacional de Medellín no cumplía con el aforo requerido por Conmebol y porque la situación con los enfrentamientos entre narcos y gobierno no invitaban a celebrar ahí ese partido, cabe recordar lo duro que fueron los años 90 para el país en general. Nacional venció por idéntico 2-0 y la final se tuvo que definir en los penaltis donde la figura de René Higuita resultó clave para dar a su equipo la victoria por 5 a 4.
Pero esta Copa Libertadores no estuvo ni está exenta de polémica. A finales de los años ochenta y principios de los noventa el fútbol no era ajeno a la expansión del narcotráfico en el país. Incluso el propio Pablo Escobar estuvo al mando del club y se dice por boca de su propio sicario de confianza “Popeye” que no se compró la Copa pero que sí hubo amenazas en diferentes estamentos e incluso el asesinato del colegiado Álvaro Ortega. En aquel año el equipo verde estaba teniendo una muy buena participación en la competición, solo había perdido un partido en la fase de grupos y a partir de ahí se estaba imponiendo con claridad en todas las rondas eliminatorias. Sin embargo, para Escobar todo esto no era suficiente y su injerencia en el deporte no se iba a hacer esperar, ya que era un gran reducto para lavar dinero y así disfrutar de su gran pasión, a la vez que disfrutaba de los “éxitos” de su club.
Por poner un ejemplo, en semifinales contra Danubio tras empatar a cero en Montevideo, para la vuelta en Colombia el trío arbitral argentino llegó en medio de enormes medidas de seguridad. El partido siguió se disputó y acabó 6-0 y Nacional se clasificó para la final. Se trata de un club ganador que ha sabido reciclarse y continuar por la senda de la victoria.