Para Juan Román Riquelme lo que pasó en el Monumental fue raro. Además criticó el cambio de sede a España
Juan Román Riquelme, una de los voces autorizadas de Boca Juniors y del fútbol, dio su opinión tras los incidentes ocurridos en el Monumental que llevaron a la postergación de la final de Copa Libertadores y su posterior cambio de sede.
En entrevista con Radio Mitre, Riquelme dijo: «El superclásico, en algún momento, se tiene que volver a jugar en la Argentina. ¿Qué vamos a hacer para que se juegue el próximo Boca-River? ¿Se va a tener que jugar en otro país? Pienso que ya no es lo mismo. Por más que quiera que Boca la gane, creo que la final se tiene que jugar en nuestro país. Nos la quitaron. Va a ser el amistoso más caro de la historia».
«Hay pocas cosas que son nuestras, como el asado, el mate y el dulce de leche. Y el superclásico nos lo acaban de quitar, no es nada lindo” complementó.
Además, Román desconfió del operativo policial que no protegió de manera correcta al micro que trasladaba a Boca. «Fue muy raro y muy feo lo que pasó. No quiero que mis hijos se acostumbren a que estas cosas pasan acá. Yo me ilusionaba con que Boca fuera campeón en la cancha de River, y que respeten si nos tocaban ganar. Lo que pasó no es normal… a los pocos días todos teníamos miedo de pasara algo con el G20, y parece que fue todo perfecto», analizó el exfutbolista y repitió: «Es una tristeza muy grande porque era nuestra fiesta, para terminar el año de la mejor manera».
Respecto a que se juegue en el estadio Santiago Bernabéu, Riquelme fue contundente: «Pusieron al fútbol argentino en lo más alto, pero es triste que se juegue en otro país. La final ya no es lo mismo, es como que la final de la Champions League se juegue acá. Es como una derrota para el fútbol argentino. Es lamentable que un equipo de fútbol no pueda llegar a un estadio, al ver que la llevan a Europa, se perdió todo. La final sólo se está jugando porque uno tiene que ir al Mundial de Clubes».
Riquelme
El ex futbolista argentino no está de acuerdo con el cambio de sede para la final de Libertadores entre Boca y River.