Detrás del potente goleador, está un jugador que quiere ser reconocido en su país y que ha luchado durante casi toda su vida contra las adversidades
Romelu Lukaku, delantero de la Selección de Bélgica, empezó su carrera a los 16 años y es uno de los mejores artilleros de la historia de su país con 25. El jugador reveló hace poco capítulos de su dura infancia rodeado por la pobreza.
En la selección nacional, con 25 años, ya es el artillero más prolífico de la historia, con 40 tantos en 73 selecciones, cuatro de ellos en Rusia 2018, además de actuaciones destacas como en las victoria de su equipo ante Japón y Brasil por el mismo torneo.
Pero detrás de esta historia de ensueño que vive, Lukaku reveló que lucha para superar una historia más triste. En un emotivo texto, publicado a su nombre, en un portal deportivo estadounidense, narró su infancia pobre que forjó su personalidad, pero también ese sentimiento persistente de no ser amado.
«No sé por qué, en mi propio país, desean verme fracasar. No lo entiendo. Cuando todo salía bien, era Romelu Lukaku, el atacante belga; pero cuando todo salía mal, me llamaban Romelu Lukaku, el atacante belga de origen congoleño».
«Que no les guste mi forma de jugar, está bien. Pero nací aquí. Crecí en Amberes, Lieja y Bruselas. Soñaba con jugar en el Anderlecht. Soy belga», añadió.
Lukaku goza de la confianza del estratega de la Selección Belga, Roberto Martínez, y recibe importantes consejos de Thierry Henry (uno de los ayudantes del español). «Cuando veo su evolución, me digo que tiene todo para convertirse en el mejor del planeta en el puesto. Está claro que no he visto muchos goleadores como él», comentó Martínez tras el Bélgica vs. Panamá por la fase de grupos, duelo en el que marcó dos goles.
«Me divierto con él», dijo el delantero sobre su rendimiento en alza en la era Martínez. Pero «no soy el único en aprovechar esta situación, pasa lo mismo con Eden Hazard, Dries Mertens o Kevin De Bruyne», recalcó. Dentro de una plantilla con jugadores muy técnicos, Lukaku se diferencia con el aporte de su potencia física. «Mi relación con mis compañeros ha mejorado enormemente estos últimos años», reveló.
