José Mourinho fue cesado como entrenador del Manchester United tras sus malos resultados y pésima relación con jugadores, prensa y afición
José Mourinho, personaje irrepetible del fútbol, está en horas bajas. Diciembre no fue un mes particularmente bueno para él. El 20 de ese mes de 2015 lo cesaron del Chelsea después de que quedara a solo un punto de la zona de descenso.
El club londinense acordó pagarle 1’300.000 euros mensuales hasta que consiguiera equipo, a cambio de que no le ejecutara todo el contrato. Seis meses después firmó para el Manchester United. Dos temporadas y media más tarde se va del club de Alex Ferguson, que no pega una desde que se retiró el escocés.
El cuadro que dejó es desolador. Los daños se pueden cuantificar así: dos años y medio de jugar horrible, 472 millones de euros gastados en fichajes que no convencieron, un plantel mal formado y devaluado, y el vestuario en llamas.
A un par de semanas de los octavos de final de la Champions (chocará nada menos que con el PSG) y con la Premier ya perdida, los responsables del Manchester United cesaron a Mourinho e intentarán escalar esa montaña, la única a la vista. Lo harán de la mano de Ole Gunnar Solskjaer, considerado un hombre fiable y de la casa, que puede descomprimir la tensión.
Para peor, la indemnización de Mourinho se estima en 26 millones de euros. Pero al menos el club gana tranquilidad y recupera su poder de decisión. Porque quien le entrega las llaves del vestuario al portugués luego debe hacerse a un lado, exige el poder total. Y cuanto más se hunde, más sarcástico, agresivo y dictatorial se torna.
Se podría deducir que no debería encontrar trabajo por un tiempo, sobre todo por sus altas exigencias y el caos que genera. Sin embargo, ya se lo menciona en firme para volver a dirigir al Real Madrid, un club donde lo único relevante es ganar.
Mourinho
En entrenador luso salió en medio de polémicas del Manchester United.